domingo, septiembre 05, 2010

Supernova

Todos alguna vez nos hemos sentido raros, diferentes al resto, con algo que no encaja en el mundo, eso nos hace iguales al resto ¿no?. Cuando uno se para allá (arriba en aquel alto) y mira el mundo desde allí hacia abajo, es raro, no lo siente, no lo puede saborear porque es ajeno. Eso genera una gravitación interesante de las personas alrededor de una en particular. Pero cuando ese particular se destruye, debe ser como asistir a la muerte de una estrella en miles de partículas que si uno está demasiado cerca, también se lo lleva por delante. Tal vez por eso nos causa tanto pánico ver las luces incandescentes apagarse porque nos recuerda que así brillemos mucho en algún momento nos hemos de extinguir.
Es una catástrofe superior a lo que quizá podamos ver o conocer. Una catástrofe que nos encanta observar porque es una destrucción lumínica. Un goce de un final de algo.