Querido Satán
Ya sabrás por la época del año que no se trata de dislexia navideña y que la carta sí es para ti.
Pensé mucho en a quién escribirle o con quién hablar de lo que me atormenta, y ya que el otro seguramente anda ocupado y tú tienes algo de mala fama pero yo soy una persona práctica y necesito deshacerme de estas ideas, preferí escribirte sin saber si me vayas a leer pero al menos con la certeza de que yo me leeré luego y volveré a reflexionar sobre lo mismo.
Muchos saben (y otros muchos tal vez no, que no tengo datos) que tu nombre si deriva del hebreo "ha-Satán". "Ha" significa "el" y "Satán" significa "opositor" o "adversario"*. y pensando en lo que pasa alrededor mío que quisiera ignorar porque me taladra la cabeza al no encontrarle una explicación porque seguramente no todo debe tenerla aunque mi lógica obsesiva y demente me lleve a buscarle una, creí prudente dejar por escrito que seguramente se deba a que finalmente estás haciendo tu trabajo de hacer presencia en todos y volvernos contradictores los unos de los otros.
Y no me mal entiendas, no es un juicio. No te estoy culpando de algo ni pidiendo que te detengas. ¿Qué sería de esta aburrida existencia sin contradictores? Aunque algunos ya se extralimitan porque te callan de forma figurada o literal, la controversia es algo que cae dentro de la categoría de los placeres humanos, pero esta carta no es para explicar esto.
Más bien para preguntarte (en realidad, me estoy preguntando a mí) ¿Será cierto que si hay algo imposible de cambiar en una mente humana es una creencia? Y me parece lo más adecuado cuando de controversias se trata, porque aunque estemos parados en extremos opuestos de un punto de vista, el mismo argumento puede y es usado por ambos lados del debate.
Eso claro, cuando alguien debate. Aunque si vamos a ver a los que solo señalan y confunden opiniones con hechos y debate con menosprecio a su condición a través de insultar la condición ajena... (¿en serio no se dan cuenta que son hechos de la misma materia que el otro que insultan?)... bueno, para esos también funciona.
El problema querido Satán, es que tú sabes en el fondo que la controversia no es controversia porque estás partido de risa viéndonos oponernos cuando estamos parados en el mismo concepto y sólo queremos que alguien nos diga que tenemos la razón a pesar de lo que sea.
*Fuente: https://www.worldhistory.org/trans/es/2-1685/el-origen-de-satan/