miércoles, septiembre 12, 2007

Pirómano



Parado junto a el inmenso tanque, descubrió que tenía una fuga. El resplandeciente charco de gasolina parecía coquetear con el cigarrillo que estaba en sus últimas bocanadas. Pensó con detenimiento ( y quizá deleite ) en la dantesca escena que ocurriría cuando despues de exhalar el último suspiero lleno de humo, juntara el calor de la colilla con el frío espejo de combustible en el suelo y si esta vez tendría tiempo de escapar para sentarse con otro cigarrillo encendido a observar el incendio o si por fin tendría el valor de dejar que el fuego redujera a cenizas todos aquellas imágenes que le atormentaban como postales animadas cada día, cada noche. Y pensó también que el vapor de la gasolina, y que todo el paquete de tabaco consumido no lograban disipar de su memoria aquellos olores que le causaban un placentero escalofrío.

1 comentario:

Jazmid SaMa dijo...

pronto hay que continuar esta historia porque sí continuó