viernes, diciembre 09, 2016

A Cualquiera Le Puede Pasar

Una niña, un niño, mil niñas, mil niños, quizá algunas mujeres y algunos hombres fueron asesinados esta semana en circunstancias escabrosas y absurdas.

De algunos conocemos solo los finales trágicos. Y muchas otras están cerca de esos terribles desenlaces, y muy seguramente de la mayoría no nos enteraremos.

Otras historias tienen un desarrollo dentro de lo que podríamos mal  nombrar 'lo menos peor' dentro de lo horrible que a uno le puede pasar.

Hace años conocí una niña, cara redonda, cabello recogido, al parecer muy inteligente. De las que le gustaba jugar en el barro, leer una y otra vez los tres libros que tenía en su casa, las etiquetas del champú y los manuales de primeros auxilios de las vecinas cuando hacían visitas. En realidad, si uno le pregunta a la niña si recuerda cuando en su vida empezaron las pesadillas, difícilmente podría decirlo.

Ella iba a su colegio, tenía amigas, hacía tareas en su casa, sus papás la querían mucho y era una niña 'juiciosa' . No se metía en problemas, decía sus oraciones como era debido, no andaba en la calle después de cierta hora, llevaba un diario y soñaba con ropa nueva para Navidad. Sacaba las mejores notas y siempre la veían como 'la niña pila' del asunto. Nada raro, nada anormal, nada diferente. Creció, se casó, tuvo hijos, malas experiencias, buenas experiencias, y de lo buena no quedó mucho aunque puede que de lo inteligente sí.

Mucho tiempo dejé de saber de ella, de la niña, de qué había pasado mientras creció. Pero un día la encontré en la circunstancia menos esperada. Me contó que en esos años normales de su vida, tuvo que padecer de los abusos físicos, no de una, de muchas personas. Gente cercana, tan normal como ella, que encontraban en sus ratos solos y en los rincones de casas o de aulas la oportunidad de hacerle cosas que no entendía, juegos disimulados donde el cuerpo era la herramienta para divertirse. Nunca se lo dijo a nadie, porque en realidad nunca sintió una alerta. Confiaba en su entorno y creía que todo era parte de la vida. Cuando fue creciendo, se dio cuenta un día que no era normal, y al último de la lista de sus abusadores lo confrontó de manera violenta para que no volviera a ocurrir. En ese momento se dio cuenta de que todo lo que había sucedido era malo y se sintió triste y decepcionada. ¿Eso cambió su vida? Ella dice que sí. Después de eso pasó por muchos estados, la culpa, la rabia, la amnesia, la agresividad, la desconfianza, la manía, la vergüenza, pero los días seguían pasando y su vida seguía el curso así que simplemente tomó todas esas experiencias y las encerró en uno de los miles de cajones con llave de la memoria, dejando fuera las heridas que se tardaron mucho tiempo en cerrar.

Entró en relaciones disfuncionales, donde sufrir y el abuso eran parte del cotidiano, y donde ella pensaba que saliendo adelante a costa de lo que fuera lo iba a resolver. Pero las situaciones derivaban en dolor, y en tragedia, y ya que había botado la llave del cajón no lograba conectar por qué. Un día la encontró ordenando recuerdos, abrió el cajón y se encontró con recuerdos amarillos y borrosos. Con fotos viejas de cámaras de rollo donde ella sonreía al lado de quienes en algún momento la indujeron a un mundo que no entendía y en el que confió. Y lloró, lloró mucho. Confió en alguien para contarle, pero esta vez se equivocó. Recibió reproches y regaños, frases como que 'se lo había buscado' así no lo entendiera, porque a las niñas que andan por el camino del bien esas cosas no les pasan. Nadie las toca ni las abusa a no ser que anden por ahí dando la oportunidad. O que la culpa era de sus papás, que por qué no se habían dado cuenta. ¿cómo? ¿si la niña era 'normal'?

Así que cerró su cajón y esta vez botó la llave para no arriesgarse a encontrarla. Pero el cajón seguía ahí, tomando espíritu propio, esperando para saltar con todos sus miedos. Así que un día lo abrió a la fuerza de nuevo, porque vio que el mundo se estaba volviendo demasiado loco, que a las niñas que le pasaban cosas como ella terminaban en los escenarios más escabrosos, pero que todo mundo las veía como historias aisladas y de ficción que solo ocurrían esporádicamente cuando los astros se alineaban de manera incongruente. Las personas 'normales' como ella lo fue eran destruidas por otras personas 'normales' como se ven ahora sus antiguos agresores.

Así que decidió sentarse a escribir esta breve historia. Sin detalles truculentos, diciéndole al lector que no se imagine lo peor, pero que no se imagine lo mejor tampoco, que seguramente dentro del cajón muchos recuerdos se volvieron polvo para su fortuna y que no podrá nunca dar un relato completo y detallado de los hechos, pero que en los retazos de recuerdos sabe que le hicieron mucho daño. Sabe que avanzó, que siguió adelante, que la vida le supo recompensar algunas cosas y que está construyendo las que vienen delante.

Quiere que no pierda usted, señor lector, la perspectiva del entorno, que sospeche, y que escuche, Cuando alguien está en problemas, muchas veces ni siquiera lo sabe, pero si usted es amado al menos por una persona, quizá ella pueda notarlo.

Que le hablen a sus niños claro, que les digan que ninguna circunstancia es válida para que le roben a uno  la inocencia, que les expliquen el bombardeo de la información, que no les generen miedo y culpa sino coraje y valentía para enfrentar las cosas malas que les pueden pasar, o que les están pasando.

En los delitos de abuso a menores hay más víctimas de las que usted se imagina, así que siempre, mejor peque por exceso que por carencia.

Esta mañana me vi al espejo, y creo que la niña me dio las gracias, por haberla traído de vuelta, y por haberle hecho entender que nada de lo que pasó fue su culpa.






jueves, octubre 13, 2016

Personalidades Morbosas

El amor en los tiempos del porno .


El término «pornografía» procede de las palabras griegas πόρνη (pórnē, 'prostituta') y γράφειν (gráphein, 'grabar, escribir, ilustrar') y el sufijo -ία (-ía, 'estado de, propiedad de, lugar de') . O dicho en otras palabras, grabar las experiencias de alguien. 


Andrea García y Cristian Cipriani.


¿Ustedes ven porno? . Bueno puede que no, o puede que sí, o puede que lo nieguen mucho. Cualquiera que sea la respuesta, saben qué es el porno. El cine para adultos. Para los que lo ven, para los que lo niegan y para los que se lo imaginan, es un concepto común.

Pero ¿y qué hay detrás de todo lo que vemos? Un producto que consumimos y desechamos como es ahora costumbre, ¿qué podría tener detrás como para merecer tener un libro?


Adentrarse en el libro fue una experiencia en mi caso, impresionante, emocionante, excitante no solo de forma intelectual por el ritmo de la historia, sino propiamente física. La forma explícita y picante en la que esta maravillosa pareja escribe sus anécdotas, sus sentimientos, y nos lleva de adelante para atrás en su historia de vida compartida, me emocionó el cuerpo y el alma.

Para los que se imaginan un mundo sórdido, lleno de escondrijos y trabajos clandestinos, Personalidades Morbosas hace un gran trabajo mostrando las personas que hay allí, esos seres humanos igual que nosotros que un día soñaron, ambicionaron, se frustraron y siguieron trabajando, de esos que uno se encuentra después de una noche de rumba, o subidos en su bicicleta, o haciendo fila en el aeropuerto. No son corrientes, pero sí cercanos.

Un voto de confianza al público general, abriendo sus vidas de par en par no solo a las situaciones cargadas de erotismo, y sexo puro, sino a su forma de ver la vida y de sentirla. A sus temores y a la forma como han sorteado el rechazo en una sociedad que por más que se proclame abierta sigue siendo muy mojigata y medieval.

Entrarán muchos a juzgar el estilo de su vida y su trabajo, el concepto pecaminoso que al final solo esconde deseos reprimidos, pero se la juegan contando su historia.


Entonces, no esperen, vayan y léanlo, y alimenten su imaginación y su emoción conociendo qué hay detrás de este par de ilustres de una industria a la que le debemos mucho pero no le agradecemos lo suficiente. Con solo tomarlo en sus manos el diseño les hablará mucho de lo que hay adentro (en serio, está genial)

Mención especial para la Editorial 531, por hacer llegar el libro a mis manos de manera inolvidable, a Cristian y a Andrea por compartir de cerca su experiencia de escribir con una perfecta desconocida.






lunes, septiembre 19, 2016

Me voy al Twitter

No es porque sea lo que está de moda, ni porque Facebook ya no lo está. No es porque pueda satisfacer mi megalomanía y necesidad de atención que me apremian. Para eso se necesita más que twitter. No es que me haga muy feliz la idea de reducir mi dialéctica a 140 caracteres (con espacios y signos de puntuación) que asesinan mi escritura y ahí de paso el idioma. No me mata ser popular aunque a veces lo extraño.
Tampoco es que vaya a abandonar las otras redes (se que ahora podemos sincronizar las publicaciones) así que más bien será ganancia poder atormentar al mundo desde dos plataformas. Y hasta más si contamos Instagram y este blog.
Muy seguramente en un par de semanas me arrepienta y tenga mi arrebato adolescente de volver a cerrar todo, de pensar que es un asco tener que vivir y relacionarse así, pero han pasado cosas dentro de mí (que puede que por fin sea madurar aunque no estaría segura) que me hacen pensar que tener twitter al final de todo no es tan mala idea.

Así que si me siguen, es bajo su responsabilidad, al fin y al cabo no voy para ninguna parte. Y no significa que voy a devolver la cortesía y sumar a sus estadística. Gánenselo como mérito.


Así que cuando se abrió el quinto sello, el ángel tocó su trompeta y anunció voz en cuello "Téngase mundo, que Dulcyfer abrió twitter después de que con el alma dijo que no lo haría"

Así que claro esto me pueden ver hacer el ridículo en @Dulcyfer_


sábado, enero 02, 2016

Politiquetas

No ha pasado el segundo dia del año y ya estamos inundados de "seudo protesta" polìtica virtual. Ya todos odian a sus alcaldes, al partido contrario, a los proyectos de ley sin aprobar ( porque se nota que desconocemos como funciona nuestro legislativo) y repetimos lo de todos los años. En unas semanas el tradicional paro de maestros, las marchas y de nuevo, todo lo mismo. En el caso de mi amada Bogotá empieza la tormenta porque en modelos políticos cambiamos de un extremo a otro, así que la oleada de críticas vendrá a ser más o menos la misma pero desde el otro lado del espectro. En cuanto al tema de moda, escribí una breve opinión que quise compartir por aquí sin ánimo de algo más que generar comentarios constructivos y ya dejar de leer la misma carreta de siempre.
Es ingenuo pensar que el metro en serio resolverá algún problema de movilidad en Bogota (ni siquiera con el proyecto que tenía el alcalde anterior) Transmilenio fue un plan concebido a 20 años que no se 
desarrolló en los últimos 12 gracias al populismo mal llevado. El metro como bandera de campaña de volvió mas otra herramienta electorera que una real solución a los problemas de movilidad. Hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes nos quejamos de TODOS los alcaldes y presidentes olvidamos nuestra responsabilidad en la transformación de la sociedad y nos volvimos cómodos echándole la culpa a "los que votaron por el otro candidato" lavandonos las manos y volviéndonos objetos pasivos ( o estorbos) que dejan de aportar a la solución y se vuelven parte del problema. Si usted es de los que espera un alcalde o presidente mesías que venga y arregle mágicamente los problemas locales y nacionales hágase un favor, no se engañe más. Votar fue un gran aporte, pero el esfuerzo requerido para lo que sea que usted pretende es diario, permanente, consecuente y sobre todo constructivo. Si va a exponer su ideología (centro, izquierda, derecha o importaculismo) hagalo sin poner al otro como ignorante o menospreciarlo por no pensar como usted. En cuanto a la divulgación de la información que ahora està en manos de todos, es triste que la técnica tendenciosa y alarmista haya permeado medios que se promocionaron como alternativos. Ya las noticias no tienen análisis ni investigación. Son opiniones y quejas disfrazadas de noticia que no proponen ni 
dan datos relevantes. Un feliz año a todos y no se amarguen. Llevamos un siglo quejándonos de todos los gobernantes y eso no sirve de nada. Empecemos a explorar en serio nuestras opciones.